Morad, el rapero que llena estadios, atemoriza a vecinos de Hospitalet y no se presenta a sus juicios
Mientras algunos lo tildan de fenómeno cultural, la policía avisa del perfil delincuencial del cantante de moda
Tenía que haber acudido a un juicio por tratar de robar en un piso y amenazar a un vecino, pero no se ha presentado argumentando estar indispuesto
Morad tiene miles de seguidores en redes sociales, sus canciones de rap se escuchan en todos los dispositivos móviles de la gente más joven y sus conciertos en la nueva normalidad se cuentan por llenazos y éxitos de taquilla. A sus 22 años este rapero va camino de convertirse en uno de los referentes de la música y la cultura urbana del último lustro. Sin embargo, esa es la cara ‘A’ de Morad, la que algunos medios blanquean y ensalzan como icono del arte más urbano, lo que puede ser cierto, pero no a costa de olvidar qué más cosas han sucedido y suceden en la vida de Morad. Fuentes policiales consultadas por OKDIARIO explican el peligro de maquillar quién es realmente este rapero.
Hace solamente unos días Morad agotó las 2.000 entradas que se pusieron a la venta para uno de sus últimos conciertos en Barcelona. De hecho, es en la Ciudad Condal y alrededores donde el cantante se mueve como pez en el agua. Uno de los lugares donde más lo conocen es en Hospitalet de Llobregat, concretamente en el barrio de La Florida. Como sus propios vecinos dicen, no se trata de un barrio conflictivo, sino más bien obrero, habitado por gente trabajadora que madruga y mucho para ir cada día a trabajar.
Morad conoce bien ese barrio y sus calles, pero ya no lo habita. El éxito profesional trajo el dinero y el dinero trajo lugares mejores que La Florida para Morad y los suyos. Pero el rapero sabe que su rap debe tener un marco para venderse mejor y el de La Florida es inmejorable. Por eso no es raro verlo pasearse y grabar videoclips por las calles del barrio, eso sí, a costa de la tranquilidad de los vecinos. El cantante no duda en bloquear las calles, las aceras y los parques del barrio para grabar sus videoclips y si para eso necesita 100 motocicletas quemando rueda en el asfalto de La Florida, que así sea. Esa fue la temática de uno de sus últimos vídeos y la grabación acabó con los extras de Morad en moto encarándose con la Policía Local de Hospitalet avisada por los vecinos que no podían salir con sus críos a los parques del barrio. Morad asistió entretenido y bravucón a la escena.
«Te voy a matar hijo de puta»
Pero es que Morad es mucho más que un rapero irreverente que molesta al vecindario. Este lunes debería haber sido juzgado por el intento de robo en un piso de Barcelona por el que se enfrenta a dos años y medio de cárcel. Uno y medio por intentar robar en una casa en compañía de un cómplice y 12 meses más por enfrentarse y amenazar al vecino que los fotografió in fraganti. «Te voy a matar hijo de puta, te voy a esperar aquí hasta que salgas», le dijeron Morad y su amigo cuando se dieron cuenta de que el vecino los fotografiaba.
OKDIARIO ha tenido acceso a las pruebas fotográficas y no hay dudas de que quien intentaba robar en el piso era Morad. Sin embargo, el día del juicio llegó el lunes 12 de septiembre y ni rastro de Morad. Su abogado presentó un justificante para retrasar el juicio por que su cliente se encontraba indispuesto.
Los hechos por los que Morad está acusado datan de 2018, pero es que desde que es mayor de edad ya se ha visto involucrado en varios asuntos turbios. Se le investigó por un robo, pero en aquella ocasión no pudieron demostrar que él fuera el autor, estuvo acusado de resistencia y agresión a un policía durante otra detención y además aparece vinculado a una grave agresión a una mujer. Al parecer una ex pareja del rapero apuñaló a su novia actual cuando supo que estaban juntos.
Las fuentes policiales consultadas por este periódico creen que pese al retraso de este último juicio será muy difícil que Morad vuelva a librarse de una condena. La vista oral ya tiene nueva fecha, el 9 de febrero, y en ella declarará el vecino que les hizo las fotos a Morad y a su amigo cuando trataban de reventar la puerta de la casa con un destornillador y los Mossos que lo han investigado.
Tal vez una condena de cárcel será lo que los que tratan a Morad como poeta urbano necesiten para comprender que es un tipo que cuando no rapea se enfrenta a la Policía, se ve relacionado con hechos delictivos y no permite que los vecinos de La Florida puedan hacer su vida normal mientras él graba sus videoclips en sus calles.